En el ámbito de las mujeres universitarias, los espacios son importantes porque en estos se construyen las relaciones sociales en donde se enlazan: clase social, raza y género, permitiendo estas una interacción personal y colectiva para la vida cotidiana. La percepción de las personas de un espacio está en función de las experiencias y oportunidades que tienen para vivirlo, significarlo, sentirlo, es decir, de las prácticas espaciales. Así, el objetivo de este trabajo es interpretar las experiencias de estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla sobre las prácticas espaciales en la construcción de las representaciones de las estudiantes de las facultades de Derecho e Ingeniería. Se utilizó una metodología basada en entrevistas en profundidad para abordar las categorías de prácticas espaciales cotidianas y prácticas deportivas. Como resultado, se interpretó que las prácticas espaciales fungen como tecnologías de género al relegar la participación de las mujeres a la periferia en los espacios universitarios tanto físicos como simbólicos. Finalmente, se concluye que las prácticas deportivas son una tecnología de género construida en función de lo simbólico como los discursos encarnados en los sujetos sobre la superioridad masculina, en tanto que en las prácticas espaciales cotidianas las mujeres enfrentan situaciones de segregación y exclusión.