“…Indudablemente, la aproximación al término vulnerabilidad revela que se trata de un constructo de difícil definición en la medida que -históricamente-se ha venido estudiando desde muy diferentes perspectivas (Molina, 2017;Tabin, et al, 2021), tanto para la realización de estudios sociológicos o antropológicos, como también su uso se ha popularizado en la defensa del individualismo (es decir, en la protección de los derechos humanos). Por ello, en la medida que se ha ido ahondando en el término vulnerabilidad, también se ha logrado observar que la situación que comporta no es condición sine qua non de la persona (por su situación de salud, por ejemplo), sino que esta aparente fragilidad podría proceder de diversos escenarios (como bien pueden ser la ausencia de una estabilidad emocional, la falta de una continuidad laboral, la inestabilidad del núcleo familiar, etc.).…”