En todo el mundo, el parto prematuro representa entre el 9 y el 12 por ciento de todas las muertes y morbilidad relacionadas con el nacimiento entre los lactantes. La medida más fiable para predecir un parto prematuro es la longitud del canal cervical entre las semanas 16 y 24 de embarazo. Una longitud cervical de 25-35 mm durante las semanas 16-24 de embarazo se considera límite. El papel de la progesterona es muy importante durante el embarazo para prevenir las contracciones. El objetivo de esta investigación es comparar la eficacia de la progesterona vaginal frente a la ausencia de tratamiento en la prevención del parto prematuro espontáneo cuando se diagnostica un cuello uterino corto mediante la exploración TIFFA. Se eligieron 120 casos prenatales de 16 a 24 semanas de gestación. Se tomaron 60 pacientes con cuello uterino corto limítrofe, de las cuales 30 pacientes que recibieron progesterona vaginal se tomaron como casos, y otras 30 que no la recibieron se tomaron como control. Se observaron los resultados de 30 pacientes con cuello uterino normal que no recibieron progesterona y de 30 mujeres con cuello uterino más pequeño que recibieron progesterona vaginal. Se observó que en el grupo de caso (cuello uterino limítrofe) hubo más partos a término (67%), en el control (cuello uterino limítrofe) hubo más partos prematuros precoces (57%), en el grupo normal hubo un 100% de partos a término y en el grupo de cuello uterino corto hubo más partos prematuros precoces (43%). El parto vaginal se observó en el 83% de las pacientes del grupo de casos (cuello uterino limítrofe), el 70% del grupo de control (cuello uterino limítrofe), el 90% del grupo de cuello uterino normal y el 90% del grupo de cuello uterino corto.