“…Asimismo, se observa el uso de información publicada en-línea para o 27, enero-junio 2017 hostigar o acusar legalmente a activistas políticos. Grupos de "ciberactivistas" son pagados para interferir en debates sobre asuntos políticos y es promovido el patriotic hacking contra activistas opositores, en especial en países con modelos comunicacionales neoautoritarios (Thomas, Grier y Paxson, 2012;Kerr, 2014;Verkamp y Gupta, 2013;Puyosa, 2015;Puyosa, 2017b), y sobre todo en países bajo regímenes políticos híbridos o con democracias de baja calidad. La disputa sobre el uso de la web como espacio de expresión política enfrenta a activistas de derechos digitales y a gobiernos en todo el mundo (Deibert, Palfrey, Rohozinski y Zittrain, 2012;Woolley, 2016).…”