“…El lenguaje, por su parte, incluye la forma, la función y el uso cotidiano de los símbolos con fines de comunicación verbal y no verbal, entendiéndose como el componente simbólico de la comunicación, es decir, un nivel superior a la articulación motora de las palabras. De forma más completa, la comunicación, se refiere a cualquier conducta verbal o no verbal, intencional o no, que influye en las acciones, comportamiento, ideas o actitudes de otro individuo (20)(21)(22)(23). A partir de estos referentes teóricos, los cambios en el habla, el lenguaje y la comunicación en el síndrome de fosa posterior, no se describen a profundidad, además, la información sobre el papel del fonoaudiólogo como profesional que evalúa, diagnostica y rehabilita estas alteraciones, no está clara.…”