“…La nueva población (...) se asentó en zonas cada vez más periféricas, muchas veces sin continuidad geográfica, impulsando el proceso de extensión de la ciudad (...) en la década de los setenta, la urbanización, que en 1940 era de 4.095 ha, alcanzó las 14.133 ha para el año 1974" (Debat, 2015) El acelerado proceso de industrialización de la ciudad permitió que Córdoba fuera una de las ciudades argentinas con mayor crecimiento. Mientras en 1947 contaba con 386.828 habitantes (Colomé, 1967), pasó a tener en 1970 más de 800.000 (Celton, 1992). Este crecimiento demográfico implicó un proceso de "metropolización" que afectó al resto de la provincia: en 1947 el 70 % de la población cordobesa era rural y para 1970 se invirtieron las cifras: el 70 % de la población pasó a ser urbana (Malecki, 2015).…”