Objetivo. Conocer la proporción de profesionales sanitarios vacunados frente a gripe estacional y gripe A, así como las motivaciones para hacerlo. Diseño del estudio. Estudio observacional, descriptivo, transversal. Emplazamiento. Atención primaria y servicio de neumología hospitalario. Participantes. 138 facultativos, de los que 88 eran médicos de familia, 30 residentes de esta especialidad, 9 pediatras y 11 neumólogos. Resultados. Se había vacunado frente a gripe estacional el 59,4% (IC95%: 50,8-68,0) y frente a gripe A el 31,2% (IC95%: 23,1-39,3). El 15,2% consideraba que esta vacuna debería ser obligatoria. En cuanto a las razones para no vacunarse, 16,5% mostraba miedo a posibles efectos secundarios, 37% consideraba que no había suficientes ensayos clínicos, 31,2% manifestaba que la información era poco clara, 9,4% pensaba que la cepa podría haber mutado, y un 15,9% no se consideraba especial transmisor. Un 67,4% de los médicos pensaba que las autoridades sanitarias recomiendan la vacuna a los profesionales para evitar el contagio a los pacientes, aunque para un 63,8% evitaría el absentismo laboral. Conclusión. El seguimiento de la vacunación frente a la gripe A ha sido mucho menor que frente a la gripe estacional. Entre otros factores habría que atribuirlo a la desconfianza que la vacuna generaba entre los profesionales sanitarios.