“…El reconocimiento del campesino como una categoría social que incluye una población sujeta de derechos trasciende perspectivas estrictamente productivistas de intervención en la ruralidad, sobre las cuales se ha fundamentado la política agraria colombiana, principalmente desde la década del setenta (Di Giorgi Fonseca, 2018). En concordancia, la extensión rural dialogante se asocia de una forma estrecha con la perspectiva del campesino que destacan los estudiantes, si se asume que involucra esferas sociales, económicas y culturales que motivan, también, el paso de la transferencia de información tecnológica de carácter vertical hacia la comunicación participativa, cimiento de la extensión rural (Cadena-Iñiguez et al, 2018;Pozzo, 2019).…”