“…En esta búsqueda y desarrollo de nuevos antimaláricos las estirilquinolinas representan una alternativa que busca la obtención de estructuras químicas que puedan aplicarse al desarrollo de antimaláricos potencialmente activos no solo sobre Plasmodium falciparum sino sobre otras especies de protozoos, tomando como punto de referencia las múltiples aplicaciones de la quinolina y sus derivados en el ámbito de las enfermedades protozoarias, en el cual las estirilquinolinas, han sido reportadas por su actividad biológica destacándose las actividades antimalárica, antichagas y leishmanicida (Osorio, 2006;Musiol et al, 2007;Mesa, 2008;;Sáez et al, 2010;Sánchez et al, 2014), así como también actividades antituberculosis, antiinflamatoria, anticáncer, antibiótica, anti hipertensiva y anti VIH (Zora y Veliog˘lu, 2008;Swaran et al, 2010). En consecuencia, en esta investigación se obtuvieron tres compuestos tipo estirilquinolinas…”