Objetivo
El dolor es el síntoma más temido e incapacitante para los enfermos con cáncer. La piedra angular del tratamiento son los opioides. El objetivo de este trabajo fue relacionar el consumo de opioides existente en la Comunidad de Madrid (CM) con los hábitos de prescripción expresados por los médicos de Atención Primaria (AP) y Cuidados Paliativos (CP).
Diseño
Se diseñó un cuestionario de hábitos de prescripción de opioides. El muestreo fue no probabilístico consecutivo.
Emplazamiento
AP y recursos específicos de CP de la CM.
Participantes
La población a estudio abarcó a todos los médicos de familia que trabajaban en AP en el Servicio Madrileño de Salud y todos los médicos que trabajaban en algún recurso específico de CP tanto domiciliario como hospitalario en la CM de la red sanitaria pública y privada/concertada.
Mediciones principales
Se valoró el opioide mayor y menor más utilizado en dolor oncológico y no oncológico moderado-severo, la vía de administración de elección, la seguridad en el uso de opioides en el tratamiento del dolor y la guía de práctica clínica preferida de consulta.
Resultados
El cuestionario fue contestado por 840 médicos de familia (20%) y 56 médicos paliativistas (45%). Para el tratamiento del dolor oncológico moderado-severo en ambos grupos de profesionales la elección fue la morfina; sin embargo, en dolor no oncológico para AP fueron el fentanilo y la morfina para los paliativistas. Respecto a la vía de administración, el 70% de los médicos de familia y 87% de los paliativistas manifestaban que la vía oral era de elección, frente a un 27% en AP y un 5% en CP que preferían la transdérmica. Los médicos de AP puntuaron su habilidad para la utilización de opioides como media (4-7/10), mientras los paliativistas la consideraban como alta (8-10/10). En AP declaraban conocer sobre todo las guías de la European Association for Palliative Care (EAPC) y la National Institute for Health and Care Excellence (NICE), aunque el mayor número respondió que confiaba en su experiencia. Los paliativistas utilizaban preferentemente la guía de la EAPC.
Conclusiones
Existe una clara discordancia entre el consumo real de opioides y los hábitos de prescripción manifestados por los médicos de familia, así como una falsa seguridad en la prescripción de estos fármacos.