“…La promoción de la interdisciplinariedad científica muestra una relación directa con actividades académicas que promueven la crítica por encima de la ejecución (Chappell et al, 2019), al cuestionarse que sólo así se puede contribuir al desarrollo del verdadero ciudadano que la sociedad global está demandando (Tidikis y Dunbar, 2019), considerando tres aspectos fundamentales en sus niveles de involucramiento: nivel de originalidad en la generación de múltiples alternativas y variadas soluciones; capacidad de elaboración de productos y fluidez en la generación de ideas o asociaciones para cualquier problema que se le presente (Li y Geng, 2016;Vally et al, 2019), usando un pensamiento crítico y creativo y habilidades de solución de problemas, especialmente en cambios vertiginosos del conocimiento (Hidayat et al, 2018;Ulger, 2019). La innovación científico-tecnológica demanda de practicidad, pero además de capacidad crítica, sin esto último suele desanimar la participación de estudiantes con perfiles vinculados a las humanidades; aun en los ambientes de las ciencias exactas, el estudiante debe desarrollar su capacidad de persuasión, planeación, desempeño, producción y presentación de los resultados, demostrando así el uso correcto de los procesos de investigación, incorporando elementos de cooperación, libertad de ideas y aspectos éticos (Srikoon et al, 2018).…”