El presente artículo lleva a cabo un análisis crítico de algunos aspectos de la obra de John R. Searle La construcción de la realidad social (1995). Partiendo del acuerdo con Searle sobre la necesidad de abandonar el llamado «construccionismo social», se valora hasta qué punto la argumentación del autor resulta exitosa en ese empeño. A este respecto, se defienden las siguientes tesis: 1) La ontología social de Searle está parcialmente lastrada por un inadecuado mentalismo, esto es, por la reducción de todos los hechos sociales a hechos mentales o representaciones superpuestas a hechos «brutos». 2) El mentalismo de Searle no le aleja lo suficiente de los construccionistas sociales, sino que su desarrollo coherente acaba teniendo consecuencias construccionistas e idealistas, a pesar suyo. 3) Para superar estas limitaciones, se debería demostrar que hay hechos sociales que no son ni hechos brutos, ni hechos mentales, ni simples combinaciones de ambos; se sostendrá que un concepto analíticamente reconstruido de praxis puede ser un buen punto de partida para desarrollar esta estrategia, que puede ser un paso en la construcción de una ontología social materialista. 0. INTRODUCCIÓN: EL DESAFÍO ONTOLÓGICO DE SEARLE Estas páginas surgen de una inquietud y de una sorpresa. La inquietud, que ya dura unos años, es la de mostrar que hay algo profundamente equivocado en los enfoques sociológicos «construccionistas» (o como se prefiera llamarlos), algunos de los cuales tienen como inspiración y origen, entre otros 99/02 pp. 35-60 JOSÉ ANTONIO NOGUERA 36 1 Para una crítica en la misma línea del libro de Berger y Luckmann puede verse Noguera (1999). El análisis crítico más riguroso, exhaustivo y lúcido del variopinto mundo del «construccionismo» y de las tesis de la «construcción social» es, sin duda, el de Hacking (1999), quien, sin embargo, no se adentra del todo en el terreno que aquí intentaré transitar.