Cognition, Emotion, and the Bladder: Psychosocial Factors in Bladder Pain Syndrome and Interstitial Cystitis (BPS/IC)

Multimodal Treatment with Cognitive Behavioral Therapeutic Intervention Plus Bladder Treatment Is More Effective than Monotherapy for Patients with Interstitial Cystitis/Bladder Pain Syndrome—A Randomized Clinical Trial

“…The mean PSS10 score was 21.6 points for patients in this study, with higher perceived stress than the general public at approximately 11.9 to 12.6 points [ 20 , 23 , 27 ]. Negative affectivity and social inhibition of these patients on the DS14 scale were >20 points; suggesting that illness-related cognition affected illness-related coping behaviors, distress, symptom severity, and QoL [ 28 ]. In addition to bolstering physical health, mental health promotion is also essential in the multidisciplinary management of patients with IC/BPS.…”

Macrophage as a Peripheral Pain Regulator

“…IC/BPS with and without Hunner lesions is characterized by pelvic/suprapubic pain, bladder discomfort or pressure and increased frequency of urination, and associated with peripheral and central nerve sensitization [118,119]. Migration of bone marrow-derived macrophages to the bladder tissue has been reported in different animal models for IC/BPS [43,120,121].…”

Aspectos psicológicos asociados a la cistitis intersticial

“…En presencia de depresión, la parte afectiva del dolor puede ser más vulnerable a los efectos del catastrofismo y puede constituirse en potenciador del dolor en los pacientes con CI. La forma en que la persona afronta la situación, su perspectiva cognitiva, su estado de ánimo y la regulación emocional afectan de manera positiva o negativa su calidad de vida, y es importante tenerlo en cuenta al establecer la intervención a realizar 3 . Desde la perspectiva psicosocial, el dolor crónico sin tratamiento puede modificar la percepción y el comportamiento del paciente, arraigando los síntomas, debilitando su ajuste y minimizando la efectividad del tratamiento, dado que los síntomas específicos y los psicosociales se refuerzan entre sí 14 .…”

“…A pesar de que el concepto parece claro, fue necesario que la Sociedad Internacional de Continencia desarrollara definiciones estándar para los síndromes de dolor pélvico crónico con el fin de hacer diagnósticos más precisos, que permitieran mejorar el alcance de los tratamientos 1,2 . Esta es una enfermedad altamente debilitante, sin cura y con un fuerte impacto en la calidad de vida de los pacientes, que afecta aproximadamente a 3-8 millones de personas en los Estados Unidos, aunque por el infradiagnóstico la prevalencia puede ser mayor, y su impacto en el sistema sanitario se estima en 750 millones de dólares 3 .…”

“…Aunque la CI ha sido estudiada desde la perspectiva médica, el componente psicológico y su afectación de la calidad de vida de los pacientes no ha tenido la misma profundidad. La CI, como otros síndromes de dolor pélvico crónico, no solo afecta en el ámbito clínico, sino que también influye en aspectos biológicos, psicológicos, sociales y económicos, y requiere que sea entendida como un trastorno multifactorial y biopsicosocial, en el que las diferentes áreas aportan para un síndrome que comprende más que lo físico y que impacta de manera importante la calidad de vida 3 , pues los pacientes pueden tener alteraciones del sueño, disfunción sexual, cambios en el comportamiento (como depresión, ansiedad y estrés) y desarrollar una percepción de tener menos apoyo social, con una disminución general en la calidad de vida 4 ; adicionalmente, hay dificultad para mantener las rutinas normales y puede verse afectada la capacidad de la persona para trabajar y movilizarse 5 . Las personas con afecciones de este tipo sufren angustia psicológica, mayor aislamiento y menor autoestima, lo que a la larga puede moldear su percepción y dificultar el tratamiento 6 .…”