“…Finalmente, no está de más anotar que la naturaleza heterogénea de la sátira halla también un apoyo en el sentido etimológico de la palabra con la cual se viene denominando al género, la de satura u «olla podrida de manjares varios», según Corominas (1954). 19 Los estudios teóricos sobre la sátira, con algunas excepciones recientes, como los ensayos de Lía Schwartz Lerner (1977, Ignacio Arellano (1984) y Pérez Lasheras (1994) (y Johnson [1993] para los virreinatos hispanoamericanos), son escasos en el hispanismo. Por lo general se ha preferido hablar sobre un concepto de sátira «pura» que favorece aquellas obras que, aunque a veces «endulzadas» por el giro ingenioso de Oquendo y Juan del Valle y Caviedes, obedecen solo a mi deseo de contextualizar de manera muy esquemática a las obras en la tradición literaria.…”