“…Es una emulsión relativamente estable con pulpa de aceituna, mucílago y pectina en suspensión (Paredes et al, 1999), cuya composición varía principalmente en función de la variedad, madurez y contenido en agua de la drupa, propiedades del suelo en el que se cultivó, además de las condiciones climáticas, el momento de la recolección, la tecnología de extracción, y las condiciones de almacenamiento (Niaounakis y Halvadakis, 2006). A pesar de la alta variabilidad observada en sus características y composición, el alpechín se caracteriza por su color oscuro, olor penetrante, pH ligeramente ácido, conductividad eléctrica alta, y elevada concentración de compuestos orgánicos, especialmente ácidos grasos, glúcidos, grasas y polifenoles (taninos, entre otros), que están estrechamente relacionados con el carácter fitotóxico de este vertido y ponen de manifiesto, además, la necesidad de una gestión apropiada del mismo para evitar problemas medioambientales (Aviani et al, 2010;Morillo et al, 2009;Niaounakis y Halvadakis, 2006;Paredes et al, 1999). Por otro lado, el alpechín presenta también niveles elevados de potasio, además de contenidos notables en nitrógeno, fósforo, calcio, hierro y magnesio (Paredes et al, 1999).…”