“…La incidencia máxima ocurre entre los 20 y los 50 años y su forma de presentación más frecuente es la aparición de una masa testicular asintomática o discretamente dolorosa (2,5). En una proporción variable de los casos, que oscila entre el 20-30% según las series, se acompañan de manifestaciones endocrinas derivadas de la hipersecreción de estrógenos que varían dependiendo de la etapa de la vida en que aparece el tumor (3)(4)(5). En los adultos lo más común es la presencia de feminización con ginecomastia, disminución de la líbido e incluso oligospermia con infertilidad (2)(3)(4)(5).…”