El 31 de octubre de 1940, el legendario dibujante y empresario fílmico Walter "Walt" Elias Disney recibió un memorándum de su hermano Roy, cofundador y responsable de los asuntos económicos de los estudios Walt Disney 2 . En dicho documento, Roy Disney daba cuenta de una reunión sostenida el día anterior entre él y Gunther Lessing -abogado de los estudios-con dos representantes del gobierno estadounidense: John Hay Whitneyuna influyente figura dentro del mercado hollywoodense-y su entonces asistente, Francis Alstock. La conversación de dicha cita se centró en la misión diplomática que estaba llevando adelante Nelson Rockefeller, por entonces un joven político republicano designado por el presidente F. D. Roosevelt para ayudar a mejorar las relaciones comerciales y culturales entre Estados Unidos y los países latinoamericanos en el marco de la llamada "Política del buen vecino" 3 . En esa línea, Whitney y Alstock manifestaron su interés en que los estudios Disney mantuvieran buenas relaciones con los mercados fílmicos latinoamericanos 4 , además de pedir incluir, en palabras de Roy Disney, "cierta atmósfera sudamericana en algunos cortometrajes, esto a modo de contribuir a la causa general por medio de cosas como el Gaucho" 5 .Tanto Whitney como Alstock trabajaban en la recién inaugurada Oficina del Coordinador de Asuntos Interamericanos (en adelante OCIAA), entidad dirigida por Rockefeller, que desde sus inicios fue clave en la producción, distribución y monitoreo de propaganda durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, misión en la que Hollywood se convirtió en una de sus armas más estratégicas y eficaces.