Ciencia y políticas de drogas : contexto sociocultural, neuropolítica y control social.

Abstract

El objetivo del presente trabajo es mostrar las distancias entre perspectivas científicas complejas y políticas de drogas prohibicionistas, aunque estas se justifiquen a partir de planteamientos supuestamente científicos. La metodología consiste en analizar el tema desde dos aspectos estratégicos: por un lado, revisando la hipótesis de la adicción como enfermedad cerebral, y por el otro, contrastando los principales informes institucionales sobre el cannabis con las políticas hegemónicas en el siglo XX. Los resultados ponen en evidencia las limitaciones de la hipótesis de la adicción como enfermedad cerebral, así como diferencias entre lo señalado por los informes y políticas prohibicionistas sobre el cannabis. En las conclusiones se subraya que las incongruencias entre ciencia y políticas de drogas hay que entenderlas en el contexto de sus usos en relación con el control social y sus transformaciones, desde uno de tipo coercitivo e institucional, a la neuropolítica, basada en la performance individual.

Energy Control: reflexiones teóricas sobre un programa español de reducción de riesgos, desde el paradigma de la biopolítica

“…Para realizar un breve acercamiento teórico en el análisis del dispositivo de EC, desde un enfoque biopolítico ya mostrado en Vrecko (2016) y Fernández (2019, y así generar debate en torno a posicionamientos clásicos sobre el consumo de drogas (Romaní, 2020), partimos de la definición que realiza Foucault (2003) relativa a biopolítica. Esta hace referencia a la toma de decisiones y cambio de lógicas de gobierno por las cuales la vida se conceptualiza en términos de poder, situación que provoca modificaciones en cómo este es ejercido.…”

Experiencias y enfoques de trabajo de los facilitadores de estados expandidos de consciencia, alcanzados mediante la LSD

“…Hoy en día esta política represiva sigue vigente y ha tenido devastadoras consecuencias: las ambientales, generadas buscando erradicar los cultivos ilícitos. También ha repercutido en procesos socioculturales y políticos, marcados por la institucionalidad, que influyen finalmente en los efectos y prácticas de uso de las drogas, al jugar un rol en los procesos de control social (Romaní, 2020). Económicamente, las ganancias ilegales de este negocio, desestabilizan la economía y pronuncian más la diferencia en cuanto a distribución de tierras y capitales, favoreciendo a narcotraficantes, insurgentes y paramilitares (Restrepo, 2001).…”

“…Queda claro que no se puede pelear contra un objeto inanimado como las drogas, la guerra es contra los usuarios de estas. El prohibicionismo tiene una postura moralista, defiende una postura únicamente bajo el discurso de abusodependencia y basa su investigación sólo en animales, impidiendo la comprensión de la influencia contextual (Romaní, 2020). Gran parte del estigma defiende una falsa dicotomía en la que el consumo implica una cantidad de problemas sociales y el no consumo la salud y bienestar.…”

“…La visión generalizada de todas las drogas expone una paradoja que se escuda tras el discurso de proteger al consumidor, convirtiéndolo en criminal y delincuente, cuya condición es, la más vulnerable de todas (Restrepo, 2001). Existen importantes diferencias entre la política de drogas, y algunos hallazgos científicos, lo que denota una perspectiva de control social coercitivo y de transformaciones institucionales (Romaní, 2020), denotando visiones fatalistas que generalizan todo tipo de consumo, sin diferenciar factores de riesgo ni de protección.…”

Apuntes para una genealogía de las políticas de drogas en Argentina: desde principios del siglo XX a la primera década del siglo XXI

“…Un aspecto fundamental para su funcionamiento es la legitimidad científica que el modelo biomédico aporta a la prohibición, basada en la tesis de que las adicciones son una enfermedad causada principalmente por la exposición a estas sustancias (Apud y Romaní, 2016). A su vez, la asociación entre uso de droga, enfermedades mentales, problemas educativos y criminalidad refuerzan la prohibición en el plano normativo, lo que se ha traducido en respuestas de corte punitivo (Romaní, 2020).…”