El artículo explora el lugar de la belleza femenina en la cultura de masas de los años cincuenta a partir de la trayectoria de Isabel Sarli. Para ello, analiza prácticas, sentidos y representaciones visuales emanadas de dos tipos de objetos: los concursos de belleza y el modelaje publicitario. A partir de un corpus conformado por avisos publicitarios, fotografías, archivo de redacción, noticiarios audiovisuales, memorias, revistas de espectáculos y prensa periódica, se argumenta que el concepto de la belleza se transformó en una práctica de cariz profesional como resultado de su anudamiento al mercado y la progresiva convergencia de las tecnologías y soportes de masas.