“…La práctica basada en la evidencia, pone al descubierto que el uso inapropiado de estos procedimientos y tecnologías durante el parto, lejos de garantizar la seguridad, ocasiona iatrogenia, aumentando la proporción de cesáreas e instrumentación del parto, obstaculizando que se constituya un buen vínculo madre e hijo 3 . Por tanto, se deben tener en cuenta las recomendaciones de la OMS 4 , que promueven prácticas que con base científica han demostrado evidentemente ser útiles y seguras, lo que incluye por ejemplo no exceder el número de cesáreas, respeto a la intimidad en el lugar del parto, apoyo afectivo por parte del personal de salud, respeto a la elección de los acompañantes durante el parto, libertad de posición y movilidad durante el trabajo de parto, evitar el uso de fármacos de forma innecesaria entre otros.…”