Carlos López García-Picos fue miembro de la Asociación de Jóvenes Compositores de la Argentina y, posteriormente, tras su regreso a España en 1984, participó en la fundación de la Asociación Galega de Compositores y de la Confederación Española de Asociaciones de Compositores Sinfónicos. En este artículo se aborda la conexión entre todas estas entidades utilizando como eje vertebrador la figura del compositor gallego-argentino. La celebración en Valencia en 1992 del I Congreso Iberoamericano de Compositores también nos permitirá establecer vínculos a través de compositores como Raúl Schemper, conectando así diversos movimientos de asociacionismo musical de ambos lados del Atlántico.