“…Por ejemplo, a nivel organizacional se asocia con la rotación y el ausentismo laboral, la falta de compromiso organizacional, irritación, agresión y violencia (Shirom, 2009), la disfunción social y problemas en la calidad del trabajo (Lámbarry, Trujillo, & Cumbres, 2016;Maslach & Leiter, 2016). Mientras que, a nivel individual, en cambio, se asocia con enfermedades cardiovasculares y metabólicas (Baka, 2015;Guedes & Gaspar, 2016) desde la salud física; y nivel psíquico que incluye agotamiento emocional, ineficacia, cinismo, mala adaptación, trastornos mentales (ansiedad, depresión), adicciones e incluso ideación suicida (Lheureux, Truchot, & Borteyrou, 2016;Marenco-Escuderos, Suárez-Colorado, & Palacio-Sañudo, 2017;Thompson, Amatea, & Thompson, 2014).…”