El documental Brasília, contradições de uma cidade nova (1967), del cinema novista Joaquim Pedro de Andrade, fue uno de los materiales que emprendió la cartografía poética y crítica de la recién inaugurada capital de Brasil. Se pretende demostrar cómo el realizador reforzó el cuestionamiento a las “utopías brasilienses” valiéndose de la música preexistente. Para ello, se analiza la música vocal preexistente a partir de tres ejes principales: la monumentalidad de Invocação à patria de Heitor Villa-Lobos como irónica exageración de la “alegoría a la patria”; la desilusión avisada en el cantar amateur de A banda de Chico Buarque y la propuesta de una “utopía de la resistencia” en la interpretación Viramundo de Maria Bethânia. Las músicas preexistentes completan el gesto crítico a la utopía modernista brasiliense que falsificó la vida real de esta ciudad escindida entre el “plano piloto” y las “ciudades satélites”.