“…Mediante la ingeniería genética se ha reducido el contenido de ácido fítico en semillas en un 50 a 70 %, esta reducción puede proporcionar numerosos beneficios potenciales a la calidad de los alimentos y piensos y la sostenibilidad de la producción agrícola, reducir el impacto ambiental y mejorar la biodisponibilidad de minerales (hierro, zinc, calcio, magnesio) para seres humanos y animales no rumiantes (Raboy, 2020). Se ha reportado la caracterización de P 31 utilizando RMN en semillas (sésamo, amapola, mostaza, hinojo y comino) (Oghgho et al, 2017), y en papa solo se reporta el análisis de fitato en diferentes variedades de papa cruda y cocida cultivada en USDA-ARS Small Grains and Potato Germplasm Research Unit, Aberdeen, Idaho utilizando HPLC (Santos et al, 2015).…”