“…Tradicionalmente, los estudios relacionados con el consumo en personas de la base de la pirámide económica giran alrededor de temas como la inclusión financiera (Gupta & Kanungo, 2022), el marketing convencional enfocado (Purohit et al, 2021), la conceptualización de la base de la pirámide económica (Yurdakul et al, 2017), la mujer como emprendedora (Hopkinson & Aman, 2017), las estrategias empresariales orientadas a los miembros de este grupo social (Filardi et al, 2018), las capacidades de las empresas enfocadas a este grupo social (Nobre & Morais-da-Silva, 2021), desarrollos de mercados en los segmentos (Bharti et al, 2014) y las limitaciones de los productores de la base de la pirámide económica (Kumar et al, 2022). Sin embargo, en lo relacionado con el consumo de lujo de las personas pertenecientes a la base de la pirámide económica, se puede decir que los estudios giran alrededor de los aspectos aspiracionales del consumo de lujo (Srivastava et al, 2020), centrándose en las circunstancias de vida de las personas que las impulsan a comprar productos aspiracionales a expensas de comprometer las necesidades básicas; por ejemplo, los estudios sobre el efecto de las promociones agresivas (Pizzagalli et al, 2018), el deseo de buena apariencia (Chakravarthy & Coughlan, 2012;Pizzagalli et al, 2018), la búsqueda de un futuro brillante y el bienestar subjetivo (Gupta & Srivastav, 2016;Jaikumar et al, 2018), los productos de precio asequible (Rahman et al, 2013), la demostración de estatus social dentro de la comunidad (Bellet & Colson-Sihra, 2018;Jaikumar & Sarin, 2015) y el deseo de igualar el estilo de vida de la clase alta (Fawcett & Waller, 2015).…”