Back Pain Related with Age, Anthropometric Variables, Sagittal Spinal Curvatures, Hamstring Extensibility, Physical Activity and Health Related Quality of Life in Male and Female High School Students

Abstract

Spinal pain (SP) is widely extended among adolescents. The origin of SP can be multifactorial; thus, the present study aimed to estimate the prevalence and risk of SP in high school students and to determine the differences in sagittal spinal curvatures and pelvic tilt, hamstring extensibility, age, anthropometric variables and healthy lifestyle habits dependent on SP between sexes. Two hundred seventy-three teenagers took part in this cross-sectional study. Age, sagittal spinal curvatures, hamstring extensibility, physical activity, sedentary lifestyle, anthropometric variables and health related quality of life (HRQL) were recorded. SP was reported by 16.12% of adolescents. Differences were observed in the HRQL according to SP (p < 0.05). Participants without SP were less sedentary (22.12%) and younger (13.10 years old) than participants with SP (40.91% and 13.66, respectively) (p < 0.05). A logistic regression model showed that both variables were significantly collinear (VIF = 1.01; Durbin-Watson = 2.10). Subjects with low back pain (LBP) had a higher weight, body max index, and hip girth than subjects without pain (p < 0.05). A misalignment in the lumbar spine was associated with LBP for males (Cramer’s V = 0.204, p = 0.022). In conclusion, adolescents with SP were older and had a lower HRQL in all dimensions. SP could be predicted according to age and sedentary habits.

Dolor de espalda en adolescentes: factores asociados desde un enfoque multifactorial (Back pain in adolescents: associated factors with a multifactorial approach)

“…Investigaciones previas han encontrado porcentajes similares (en general, del 43-66% durante el último año y entre el 17-20% en la última semana) (Calvo-Muñoz et al, 2013;Macedo et al, 2015;Martínez-Crespo et al, 2009;Scarabottolo et al, 2017;Silva et al, 2016), pudiendo deberse las diferencias entre estudios en el porcentaje de incidencia a los cuestionarios utilizados para el registro del dolor de espalda, el tiempo al que se refería la incidencia del dolor de espalda o las características de los participantes tales cómo el lugar de procedencia y las características contextuales de la misma. Además, en la presente investigación se encontró que el dolor de espalda más habitual entre los adolescentes es el de la zona lumbar, coincidiendo con investigaciones previas (Calvo-Muñoz et al, 2013;González-Gálvez et al, 2020;Macedo et al, 2015), lo que podría estar asociado a que esta es la zona de la espalda que más cargas sostiene, pudiendo alcanzar la presión intradiscal hasta un 460% del peso corporal, lo que supondría superar el criterio de seguridad establecido por la National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH) en 3400N (McGill, 2002).…”

“…semana 18,42(7) 21,05(4) 19,30(11) 0,259; 0 otras investigaciones muestran mayores prevalencias de dolor de espalda en el SM de manera significativa (Hunfeld et al, 2001;Kristjansdottir & Rhee, 2002;Vidal et al, 2015). Al igual que ocurre en nuestro estudio, otros autores no encuentran una relación directa entre el dolor de espalda y el sexo (González-Gálvez et al, 2020;Szpalski et al, 2002). La ausencia de relación entre estos parámetros puede deberse a las diferencias en las características de las muestras incluidas y/o a una mayor práctica de actividades deportivas perjudiciales para el dolor de espalda por parte del SM, como muestran Hunfeld et al (Hunfeld et al, 2001).…”

“…La ausencia de relación entre estos parámetros puede deberse a las diferencias en las características de las muestras incluidas y/o a una mayor práctica de actividades deportivas perjudiciales para el dolor de espalda por parte del SM, como muestran Hunfeld et al (Hunfeld et al, 2001). La relación entre la práctica de deporte y el dolor de espalda en los adolescentes ha sido fruto de controversia en la literatura científica, encontrándose estudios que afirman que hay una relación entre la ausencia de práctica y la incidencia de dolor de espalda, mientras que otras investigaciones afirman que es más probable que se produzca dolor de espalda en personas que practican deporte (González-Gálvez et al, 2020). En el presente estudio se encontró que ninguna de las variables relacionadas con la práctica deportiva (tipo de actividad, frecuencia y/o nivel competitivo) difería entre los grupos con dolor y sin dolor de espalda, reforzando lo encontrado en investigaciones previas tanto de corte transversal como longitudinal (González-Gálvez et al, 2020;Szpalski et al, 2002).…”

“…La relación entre la práctica de deporte y el dolor de espalda en los adolescentes ha sido fruto de controversia en la literatura científica, encontrándose estudios que afirman que hay una relación entre la ausencia de práctica y la incidencia de dolor de espalda, mientras que otras investigaciones afirman que es más probable que se produzca dolor de espalda en personas que practican deporte (González-Gálvez et al, 2020). En el presente estudio se encontró que ninguna de las variables relacionadas con la práctica deportiva (tipo de actividad, frecuencia y/o nivel competitivo) difería entre los grupos con dolor y sin dolor de espalda, reforzando lo encontrado en investigaciones previas tanto de corte transversal como longitudinal (González-Gálvez et al, 2020;Szpalski et al, 2002). No obstante, sí que se encontró cierta tendencia entre aquellos que practicaban deporte en el tiempo libre a tener una mayor incidencia de dolor de espalda en general y de la zona lumbar en particular, sobre todo entre aquellos que practican menos horas a la semana.…”

“…Son varios los factores de riesgo con los que se relaciona el dolor de espalda en adolescentes, entre los que Fecha recepción: 25-01-21. Fecha de aceptación: 16-06-21 Raquel Vaquero-Cristóbal rvaquero@ucam.edu se encuentra la inactividad física (González-Gálvez et al, 2020;Kristjansdottir & Rhee, 2002;Szpalski et al, 2002), el sobrepeso y la obesidad (González-Gálvez et al, 2020), el transporte de mochilas (Sheir-Neiss et al, 2003), el tiempo pasado en actividades sedentarias y otras actividades durante el tiempo de ocio (González-Gálvez et al, 2020;Harreby et al, 1999), la fuerzaresistencia muscular del tronco (Andersen et al, 2006;Newcomer et al, 1997) y la extensibilidad de la musculatura isquiosural (González-Gálvez et al, 2020;Sjolie, 2014). No obstante, los resultados encontrados por estas investigaciones han sido contradictorios, lo que podría deberse a la naturaleza multifactorial del dolor de espalda.…”