“…Asimismo, es casi un lugar común que, sea cual sea el aspecto gramatical considerado, se alabe la "modernidad", la "actualidad" de sus planteamientos, 1 una percepción que tiene su correlato en el hecho de que se le haya considerado "antecedente" o "precursor" de enfoques, conceptos o ideas claves desarrolladas posteriormente en el marco de corrientes lingüísticas "modernas"; incluso se le ha llegado a catalogar como "antecedente directo de la lingüística moderna" sin más acotaciones (Peñalver 2010: 222). Así, se ha calificado el Arte de hablar 2 como uno de los primeros modelos de gramática de dependencias 3 (Baum 1972: 1); se ha destacado su "anticipación" del estructuralismo del siglo XX (Wigdorsky 1995: 222-223), su visión "funcionalista" de las lenguas (Mesa 1995;Martínez Linares 2001;, proyectada, por ejemplo, en su caracterización de los "casos" o en la asunción del principio de composicionalidad en el análisis del significado oracional (Mesa 1995: 96, 114); se ha señalado el entronque de sus planteamientos con los postulados de Coseriu sobre la gramática del hablar (Martínez Linares 1989;Díaz Hormigo y Penadés 2002), o la concepción "humboldtiana" 4 (Baum 1972) de las lenguas como "forma interior", pero también como sistema para expresar, mediante un número reducido de signos, infinitas experiencias, concepción esta que lleva inevitablemente a pensar en la visión chomskiana que subrayó "la recursividad" "como una novedad en la teoría de la sintaxis" (Sarmiento 1991: xxxi). Se le ha considerado asimismo precursor de la teoría de la gramaticalización como explicación "del funcionamiento sincrónico de la lengua, en cuanto estructura histórica, en el proceso comunicativo" (Girón Alconchel 2009: 224); se ha subrayado su apertura de la gramática hacia el componente pragmático, evidenciada sobre todo en su tratado de mayor alcance teórico, la Arquitectura de las lenguas 5 (Mesa 1995;Lliteras 2001;Peñalver 2010;López Quero 2012).…”