“…Durante este tiempo, no obstante, la arquitectura produjo numerosas respuestas a las problemáticas de la sostenibilidad (Khan et al, 2013;Tabb y Deviren, 2016): Hassan Fathy (1900 y Laurie Baker (1917Baker ( -2007 buscaron la lógica climática y material de la arquitectura vernácula dirigida principalmente a los pobres, Victor y Aldadar Olgyay (1910-70 y 1910-64) defendieron la arquitectura bioclimática basada en el regionalismo, Jane Drew (1911-96) y Maxwell Fry (1899), Fello Atkinson (1919 y Otto Koeningsberger (1908-99) impulsaron la arquitectura tropical en un reconocimiento de la relación entre forma y clima, Buckminster Fuller (1895-1983) y Frei Otto (1925 emplearon la tecnología más avanzada para maximizar la eficiencia estructural y material, Steve Baer (1938-), Stewart Brand (1938 y algunos movimientos hippies impulsaron la arquitectura contracultural, John Todd (1939-), Nancy Todd y los New Alchemists, Alexander Pike y John Frazer (1945-), Brenda (1949-) y Robert Vale, Ken Yeang (1946, Ian L. McHarg (1920McHarg ( -2001, Phil Hawes y Sim Van der Ryn (1935-) promulgaron el diseño ecológico, Jeffrey Cook (1934Cook ( -2003, Peter van Dresser (1908-1983, Steve Baer, Keith Haggard y George Löf (1913Löf ( -2009 impulsaron la arquitectura solar, y Ernst Friedrich Schumacher defendió el empleo de la tecnología apropiada (Baweja, 2017). Sin embargo, desde mediados del siglo XX la arquitectura revolucionaria y utópica fue quedando relegada (Montaner y Muxí, 2011), hasta que a finales de los años 80 y principios de los 90, con la generalización de la preocupación en torno al cambio climático, se hizo evidente el papel determinante de la disciplina como una de sus principales causas, reconociendo los edificios como uno de los mayores consumidores de combustibles fósiles. Esto supuso un cambio de paradigma en el que la arquitectura pasó de concebirse como un elemento de mediación entre el cuerpo humano y el clima exterior (entendido como un actor estático que determinaba la arquitectura) a buscar la minimización de su impacto sobre los ecosistemas y el cambio climático de la Tierra.…”