“…No obstante, subsiste todavía la necesidad de conocer de forma más precisa la posible naturaleza de origen y uso de estas cuentas; como también la de inferir cómo las mismas podrían haberse visto alteradas al interactuar con el entorno fluvial que rodea al sitio. Esto motivó a que estas mismas piezas (junto con los otros materiales recuperados de este sitio) comenzaran a estudiarse arqueométricamente, ya que este tipo de estudios aportan un abanico diverso de herramientas analíticas con el potencial de permitirnos llegar más lejos en lo referente a la obtención de información (sea superficial, mesoscópica, microscópica y de caracterización físico-química) de un objeto y, por ende, de su historia (Lambri, 2018(Lambri, , 2022. Ahora bien, es importante recordar que este amplio conjunto de técnicas puede diferenciarse en dos grandes grupos: las técnicas destructivas (que pueden generar alteraciones, daños e inclusive la destrucción total de la pieza, elemento o tiesto bajo estudio; e imposibilitando la realización nuevos análisis) y las no-destructivas (las cuales no representan ningún riesgo para el material que se desee estudiar; garantizando así una prefecta conservación del mismo) (Artioli, 2010;Lambri, 2018).…”