“…Para ello, suele mostrar algún tipo de defecto o exclusión social, ya sea mediante rasgos intrínsecos a su persona, como ser capaz de ver espíritus o pertenecer a una raza distinta a la privilegiada -Asakusa Yoh en Shaman King (Takei Hiroyuki, 1998-2004 y Legoshi en Beastars (Itagaki Paru, 2016-2020) -, o mediante motivos extrínsecos, como la infracción de un tabú científico o la persecución sufrida por vivir al margen de la ley -Edward Elric en Full Metal Alchemist (Arakawa Hiromu, 2001 y Vash Estampida en Trigun (Nightow, 1996(Nightow, -1997-. La segunda característica define una trama dinamizada a través de la acción con una ambientación propicia para el conflicto físico entre los personajes, como la competición deportiva -Haikyuu (Furudate Haruichi, 2012-2020, Hajime no Ippo (Morikawa Jyoji, 1989-actualidad) -, la distopía -El puño de la Estrella del Norte (Hokuto no Ken, Buronson y Hara, 1983-1988, Ataque a los Titanes, (Shingeki no Kyojin, Isayama Hajime, 2009-2021)-, o el juego de supervivencia -The Promised Neverland (Shirai Kiau y Demizu Posuka, 2016-2020), Alice in Borderland (Imawana no Kuni no Arisu, Asō Haro, 2010. Por último, la tercera y última característica reside en la relación de dependencia que estos mangas mantienen con la estructura del viaje del héroe descrito por Campbell (Drummond-Matthews, 2010, p. 70) al seguir con fidelidad las fases de la aventura que enumeraba el mitólogo estadounidense.…”