Anochece en Santa Ana: microhistoria de un barangay filipino y su conexión con el mundo globalizado de la segunda mitad del siglo XVII

Abstract

La noche del 12 de marzo de 1670, un grupo de marineros que se dirigían al galeón de Manila San Diego asaltaron el barangay o poblado filipino de Santa Ana en busca de comida. Este hecho, aunque aislado y a simple vista sin gran transcendencia, nos permite vislumbrar ciertos aspectos de la vida del medio agrícola filipino. A partir de este caso, se aprecia cómo este pequeño poblado no era una pieza aislada del resto de globo, sino que se encontraba interconectado con diversas redes comerciales y culturales, siendo participe de la conocida como «primera globalización».

Entre La Apertura Comercial Y El Contrabando Semioficial

“…Rodrigues Lourenço,Miguel,La periferia del poniente… cit., toriales. 73 De modo que, aunque José de Patermina se excediera en sus prerrogativas como comisario de Manila, maniobró a favor de los intereses globales de la Monarquía, de gran parte de los grupos dominantes de la ciudad y, sin duda, de los suyos propios, ya que había mostrado una férrea enemistad con el gobernador desde que este se postulara en contra del navegante Medina Davila durante el trayecto del galeón de Manila San Joseph. No obstante, este movimiento no fue bien acogido en Manila, ya que dejaba a la figura del gobernador en una situación de franca fragilidad y agudizaba los bandos internos de la ciudad.…”