“…La competencia de escritura es de carácter transversal y está asociada al logro de competencias genéricas dentro de la estructura curricular (Barreda-Parra et al, 2023). Sin embargo, las dificultades yacen al inicio de la formación profesional y están asociadas al parafraseo (Tan y Carnegie, 2022), reconocimiento de autoría en citas y referencias (Acosta et al, 2023), uso del lenguaje, organización del texto, procesos de escritura (Direkci et al, 2022) y adopción de prácticas inapropiadas como el plagio (Festas et al, 2023). A esto se adhiere la existencia de teorías implícitas que hacen invisible a la práctica escrita; por ejemplo, asumirla como una actividad de transcripción, talento, inspiración, habilidad básica, léxico u ortografía y que no es objeto de enseñanza (Navarro y Mora-Aguirre, 2019) puede terminar desviando su ejercicio práctico.…”