“…Más allá de la cuestión de la igualdad de oportunidades de acceso, debe cuestionarse la forma en que el mundo en que vivimos está moldeado, por quiénes y para quiénes. Vivimos en una cultura tecnológica, en una sociedad que se moviliza por la ciencia y la tecnología y, por lo tanto, las políticas de formación en ciencia y tecnológica son parte básica de la renegociación de las relaciones de poder entre los géneros (Araujo & Crestosmo, 2009). …”