“…Este territorio fue el más afectado por la pérdida de bosques nativos, pasando de una tasa de deforestación de -0,89% (período 1998-2002) a -1,44% (período 2002-2006), con un área deforestada de 1.223.891 ha (SA-yDS-UMSEF, 2007). Además de la deforestación, estos bosques fueron afectados por una importante explotación forestal a través de la extracción de sus árboles más robustos y los de mejor calidad de made-ra (erosión genética) y, en consecuencia, la pérdida de biomasa (menor producción), dando como resultado bosques empobrecidos y comprometiendo seriamente sus posibilidades de aportar servicios ambientales (Montenegro et al, 2004;Luna, 2018). Un claro ejemplo de esto ha sido lo ocurrido en el norte de la provincia de Santa Fe con la explotación del "quebracho colorado chaqueño" (Schinopsis balansae Engl.…”