“…Varios reportes en el pasado ya han descrito que frente a una HAE, las primeras medidas siempre debiesen ir orientadas a lograr control del sangrado 16,24 -el cual la mayoría de las veces es superficial-ya sea a través de la aplicación de presión local, tórulas embebidas en agentes hemostáticos, nebulización con adrenalina o cauterización química local con nitrato de plata, entre otras medidas 18,[25][26][27] . A la fecha, no se registra en la literatura en forma estandarizada qué hallazgos específicos en la TC constituyen indicación de estudio complementario con arteriografía, sin embargo, se sugiere su realización en caso de observarse engrosamiento mural concéntrico de los tejidos blandos circundantes a la arteria carótida o ante la presencia de una placa aterosclerótica no calcificada, ya que estos hallazgos pueden significar la presencia de un aneurisma o un hematoma mural a nivel de la arteria carótida interna 28 .…”