En primer lugar, me gustaría mostrar mi más sincero agradecimiento a mis compañeros Manuel Domínguez, Juan José Fuertes y Perfecto Reguera. Sin su dirección, apoyo y consejo esto no habría sido posible. El buen ambiente, el trabajo en equipo y el dinamismo que se respira en el laboratorio son los que hacen posible avanzar. En estos cuatro años no sólo he aprendido más que en cualquier etapa anterior, sino que he madurado como persona y me he sentido muy a gusto. También debo agradecer su ayuda, apoyo y compañía a los otros becarios del laboratorio, en especial a Antonio, Diego, Serafín y los Robertos. Sin olvidar, por supuesto, a todos aquellos compañeros presentes y pasados con los que también he colaborado en estos años: Juanma, David, Pablo, etc. Estoy agradecido también a la gente del