“…Una vez ingerido el comprimido, la motilidad esofágica y el edema resultante del traumatismo local facilitarían su impactación, dificultando cualquier manipulación o extracción y finalmente provocando la rotura de la pared y la perforación. En otros casos, el comprimido atraviesa el esófago sin complicaciones, alcanzando el estó-mago o el intestino [8][9][10] . La fina hoja de aluminio que sirve de cierre tiene una baja radiodensidad por lo que el blíster escaparía a la detección mediante exploraciones radiológi-cas convencionales 6 .…”