Se presenta el caso de un paciente con hallazgo incidental de miocardiopatía hipertrofia apical, en un servicio de emergencias. Se trata de un masculino de 33 años, que posterior a trauma cerrado a nivel torácico presenta dolor en hemitórax derecho y esternón por lo que se realiza un ECG, donde se documenta inversión de la onda T en precordiales de V2 a V6. Entre otros estudios se decide realizar un ETT que documenta a nivel de VI la presencia de hipertrofia confinada a la región apical, siendo el resto de los segmentos, de grosor normal. La miocardiopatía hipertrófica no obstructiva que se produce en el ápex del ventrículo izquierdo sin compromiso de la irrigación cardiaca por parte de las arterias coronarias, se caracteriza por un buen pronóstico, con una mortalidad reportada de hasta el 1,9% de los casos (1). Es la variante menos frecuente de miocardiopatía hipertrófica, representa alrededor del 15-25% de la cohorte asiática y alrededor del 3% de la cohorte estadounidense (2, 3). En otros casos descritos a nivel mundial los pacientes consultaron por dolor torácico por lo que se abordaron inicialmente como síndromes coronarios agudos, terminando con angiografías coronarias que no revelaban evidencia de enfermedad de las arterias coronarias (4, 5, 6).