“…Desde la perspectiva de Díaz (2009), constituye una disciplina fundamental e insustituible para la comprensión, valoración y desarrollo de los distintos proyectos pedagógicos. A nuestro juicio, una de sus principales características radica en su naturaleza cohesiva, condición que hace posible la intersección y articulación en el acto didáctico de sus distintas implicancias: éticas, políticas y biográficas, las cuales coexisten y repercuten ónticamente en la comprensión y devenir de los sujetos que participan en la acción formativa y, por consiguiente, en el proyecto de sociedad (Baeza, 2018). Asimismo, Mercado (2002) sitúa la didáctica como el medio dialéctico por el cual el profesorado actualiza sus creencias, valores e ideales asociados a la educación, así como también el contexto discursivo por el cual se desarrollan los saberes docentes, estos últimos descritos por Tardif (2010) como un conocimiento de naturaleza práctica, heterogénea y social, pero fundamentalmente dialógica; este conocimiento, en palabras de Mercado (2002), surge como implicancia de la acción formativa, es decir, de la enseñanza.…”