“…El presente caso expuesto no se trataba ni de una celulitis, ni de una gangrena sino de una fascitis necrotizante tipo II, originada por el Streptococo grupo A, que se presenta, a diferencia de las anteriores, acompañada de shock tóxico, con edema, bullas violáceas y necrosis subcutánea de los tejidos (1,4,5). El origen de la misma probablemente fue secundario al bloqueo del plexo braquial, poco frecuente en la literatura médica actual (6)(7)(8). Es fundamental realizar un diagnóstico diferencial con la celulitis, pues únicamente la fascitis necrotizante precisa desbridamiento, si bien el diagnóstico exacto de la misma se puede establecer mediante un examen quirúrgico directo o biopsia de la zona (9).…”