“…En lo que al caso español se refiere, a lo largo de la década de los 80 del pasado siglo XXI, las políticas gubernamentales de la época apostaron por una estrategia de gestión del CG y de los RRAA basada en el almacenamiento. A diferencia de otras potencias nucleares como Francia, Japón o Estados Unidos, que apostaron por un ciclo nuclear cerrado y el reprocesamiento de sus RRAA, o países europeos como Suecia o Finlandia, que prefirieron el almacenamiento geológico profundo (Kim, 2011;Sanders & Sanders, 2022), España apostó por un ciclo nuclear abierto, en el cual tanto los residuos de baja y media actividad como los RRAA generados por las CCNN españolas serían únicamente almacenados como residuos (IAEA, 2018;Won, Heinonen & Bonne, 1997).…”