“…Todo ello, a su vez, se ve beneficiado por las facilidades que proporcionan el acceso generalizado a internet a través de los teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos (Van Deursen & Van Dijk, 2013). De hecho, los estudios realizados hasta el momento afirman que la población a título individual tiende a utilizar internet y las TIC de forma recreativa (Zillien & Hargittai, 2009;Pearce & Rice, 2013;Van Deursen & Van Dijk, 2013;Feijóo, Ramos, Armuña, Arenal & Gómez-Barroso, 2018), por encima de su uso para realizar servicios administrativos, técnicos y comerciales (Amichai-Hamburger & Ben-Artzi, 2003;Kalmus, Realo & Siibak, 2011). Lo cual indica la presencia de potenciales desigualdades digitales entre individuos, siendo aquellas personas con mayor nivel de estudios o que han socializado en edades tempranas con las TIC, quienes disfrutan con mayor facilidad de los beneficios que implica la búsqueda de información sobre temas de salud, comercio electrónico o la interacción digital con la administración pública (De Marco, 2017).…”