“…En el caso de los animales, no es posible de manera directa medir el efecto de las emociones, sin embargo se ha observado que estas son parte importante para lograr el bienestar animal, por lo que los investigadores recurren a indicadores neuronales, de comportamiento y fisiológicos para determinar los efectos del miedo, la ansiedad y la depresión (Mendl et al, 2009) y su relación con sus estados de ánimo (Mendl et al, 2010). Estos estudios se han realizado en diversas especies, por ejemplo, los burros (Seganfreddo et al, 2023), caballos (Masko et al, 2020), vacas (Lambert y Carder, 2019) y borregos (Reefmann et al, 2009). Así mismo, los autores se han interesado en entender las emociones que se generan durante la interacción humano-animal, basados en expresiones faciales y vocalizaciones no verbales (Trösch et al, 2019).…”