“…Su ubicación más frecuente es la región antral, siendo en su mayoría asintomáticos, en especial cuando son de tamaño pequeño. En el caso de los LG grandes (≥3 cm), existe evidencia que apoya sus manifestaciones clínicas, entre las que destacan la hemorragia digestiva secundaria a la ulceración tumoral (Dargan et al, 2003;Kibria et al, 2009;Sadio et al, 2010;Ramdass et al, 2013;Almohsin & Meshikhes, 2015;Krishnaraj et al, 2018;Yen et al, 2018), dispepsia (Nasa et al, 2016), obstrucción gástrica o pilórica (Furtado et al, 2013;Mehta et al, 2013;Rao et al, 2013;Priyadarshi et al, 2015), e incluso intususcepción tanto duodenal como yeyunal (Reza et al, 2018).…”