Resumen A fines de la década de 1920, el movimiento anarquista de La Paz cumplió un papel determinante en la apertura y consolidación de los canales de comunicación con el movimiento indígena en los Andes bolivianos. Con todo, éste no fue el único actor político involucrado en un proceso del que, a comienzos de siglo XX, intervinieron otras izquierdas definidas de forma amplia. Así, el objetivo de este artículo es caracterizar los diálogos que se establecieron entre anarquismo y movimiento indígena en el plano ideológico y de las luchas “etnoclasistas”, a partir de un abordaje que discute con y complejiza la historiografía nacionalista y libertaria. En base al análisis de un corpus compuesto de prensa comercial y anarquista, folletería, correspondencia, entrevistas y documentación administrativa, sostenemos que los intercambios ciudad-campo forman parte de una larga y rica historia desarrollada en distintas localidades de Bolivia, desde ese temprano momento hasta el paréntesis introducido por la guerra del Chaco en 1932. Asimismo, sugerimos que esta historia en esencia conectada se proyecta de la etapa anterior a la Revolución de 1952, el “pre-52”, a la etapa posterior a ella, el “pos-52”.