El influjo y la aplicación de algunos de los postulados de lo que se dio en llamar el “giro lingüístico” supuso, a partir de la década de los años setenta, una honda renovación en el campo de estudio de la historia intelectual. Entre las corrientes que vinieron a romper con la tradicional historia de las ideas destacan el “contextualismo histórico” (historia de los lenguajes y los discursos políticos) de la denominada Escuela de Cambridge y la historia de los conceptos políticos y sociales (Begriffsgeschichte) del historiador alemán Reinhart Koselleck. Entre convergencias y controversias, ambas escuelas han devuelto ideas y textos a su historicidad en forma de lenguaje. La historia conceptual alemana concretamente, en sus investigaciones sobre el cambio político-conceptual en la modernidad, su relación con la historia social y su dimensión teórica en el estudio de las temporalidades históricas, conoce en España, desde finales del siglo XX, un fructífero arraigo, habiéndose consolidado, tanto en el ámbito de la filosofía como en el de la historiografía, como la corriente principal de la historia de las ideas políticas y sociales. El empuje de la historiografía hispana ha alcanzado incluso una dimensión trasnacional, cristalizando en diversos proyectos, diccionarios y publicaciones de carácter iberoamericano. Tras veinticinco años de resultados, las posibilidades que ofrecen la teoría y metodología de la historia conceptual están lejos aún de agotarse.