Las ciudades de montaña especializadas en turismo intentan, cada vez más, destacar la importancia de su patrimonio cultural y natural. Esto para poder subsistir en la competencia por la atención mundial. En este contexto, la urbanización posmoderna de las montañas desempeña un papel crucial: es así que, al ser impulsada por procesos turísticos, esta cambia la configuración socioespacial y económica de las ciudades de montaña y su hinterland. Este último se convierte entonces en un «paisaje operacional» estructurado verticalmente que a la vez altera profundamente las interacciones entre la ciudad y la montaña. Con el fin de promover el desarrollo sostenible en las zonas montañosas urbanizadas, es fundamental comprender el arraigo de estos asentamientos tanto en (1) naturaleza y cultura como en (2) espacio y tiempo. La ciudad andina de Huaraz es un buen ejemplo, ya que es un centro urbano intermedio en las tierras altas de Perú. Además, se caracteriza por su ubicación estratégica en el Callejón de Huaylas (valle del río Santa) con influencia de las culturas española y quechua, aparte de ser dominado por los glaciares de la Cordillera Blanca. Por medio de la combinación (1) de un marco teórico que considera la urbanización planetaria, el turismo y la complementariedad vertical y (2) de una técnica de estudio de casos inspirada en los perfiles ambientales urbanos, trazamos la evolución de la relación ciudad-montaña en Huaraz. A la vez, nos concentramos en la forma y modo, en que las dimensiones inmateriales y materiales de las montañas circundantes influyen en el desarrollo urbano. Concluimos exhortando a superar tres dicotomías persistentes que siguen obstaculizando el desarrollo sostenible.