Double standards redux

Abstract

It is fair to say that nothing is more pressing in today's world than bringing an end to the Covid-19 pandemic. Or to be more precise, if not an end, then the quickest and most effective reduction of mortality and morbidity from the disease in every country where infections exist. The forthcoming theme issue of IJME explores a long-standing ethical concern in research with human beings, focused mainly on a question posed about vaccine research for prevention of Covid-19. Contributors from six continents address the question: In what circumstances-if any is it ethically acceptable to use a research design in which the control group in a randomised, controlled trial (RCT) receives a placebo instead of a vaccine already approved for emergency use by regulatory bodies? That ethical question is not new. A controversy arose more than two decades ago in the context of research seeking a method of preventing maternal-to-child transmission of HIV/AIDS. At the heart of that controversy was a question about "double standards" in global research: Is it ethically permissible to conduct a type of research in low-and middle-income countries (LMICs) that would be impermissible in wealthier countries? (1) The question now rears its head again in the context of the Covid-19 pandemic. An article published online in the Perspectives section of the New England Journal of Medicine on January 14 this year contends that new vaccine research using placebo controls should be carried out in countries that lack access to Covid-19 vaccines already approved for use in other countries. (2) The article says that "while it is still feasible and ethical," ongoing vaccine trials should use "directly randomized comparisons against placebo" to collect high-quality information. The purpose is "to obtain pivotal data to improve regulatory and public health decision making," including reliable information on longer-term safety and duration of protection (2). The authors of the paper (hereinafter, WHO Ad Hoc Group) are several external experts convened by the World Health Organization (WHO), along with three WHO employees. WHO appointed the group to consult on next steps for Covid-19 vaccine evaluation, including what critical additional data should be sought. No one would quarrel with the need to obtain such data, since much is still unknown about features of the vaccines that have been given emergency approval.

Ethics Dumping en países de baja renta

“…4. Octubre-Diciembre, 2023 resueltos o investigados en los países patrocinadores, se debe preguntar o buscar la causa de porqué se realiza en (PBR).Ejemplos de casosCaso de Toma de muestras sin aval ético, consentimiento informado y una cadena interminable de incumplimiento e irrespeto a la nacionalidad indígena.En el año 2012 Ecuador denunció la extracción de muestras de sangre de indígenas Huaorani sin consentimiento informado por parte de investigadores relacionados a petroleras que operaban en esa época, se denunció que estas muestras fueron tomadas con fines científicos, se aisló el ADN y luego vendidas a países como Alemania, Brasil, Canadá, Estados Unidos, India, Italia y singapur, hasta el día de hoy se desconocen los resultados de esas investigaciones, que beneficencia se buscó para estas nacionalidades, posiblemente su inmunidad a ciertas enfermedades fue la motivación a estudiarlas pero sin ningún respeto a las normas éticas vigentes (BIODIVERSIDAD, 2014).Ética con doble estándar, nada más reciente o actual que la investigación de vacunas para Covid 19 buscando terminar con una pandemia o por lo menos minimizar la morbilidad y mortalidad por la enfermedad, investigación realizada en seres humanos se aplicaron vacunas nuevas frente a grupos control en estudios aleatorios controlados donde se aplicó placebos, cuando ya existía vacunas aprobadas para usos de emergencia; ¿esto es éticamente aceptable?(Macklin, 2021) En 1994 surgió la controversia por los estudios realizados para evitar la transmisión vertical del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) durante el embarazo, parto o lactancia, previamente se había comprobado la eficacia con el uso de la zidovudina, demostrando en este ensayo controlado la disminución en un 70% del contagio a los infantes, sin embargo al iniciar nuevos estudios en países de baja renta se usó al grupo control a quienes se les aplicó placebos; la crítica fue dura al instituto nacional de salud de los Estados Unidos, de qué ética se habla cuando se atenta contra la salud de niños, a quienes se les pudo evitar nacer con esta enfermedad(Lora, 2014).En algunos países de Asia, África, Medio Oriente, existe una práctica de violación a los derechos humanos de a mujeres y niñas, muchos profesionales de la salud practican la mutilación genital femenina (MGF) con fines religiosos, creencias, que no traen bien a nadie, sólo mutilación a quien no tiene derecho a defenderse por desconocimiento o en búsqueda de ayuda en salud, el conflicto…”