“…[14,15,22] De todos los embarazos gemelares se pudo identificar su corionicidad, en el que se registró dicigotos en 52 %, y los monocoriales biamniótico en 44 %, con datos equitativos en estos dos grupos, al contrario a los encontrados a nivel mundial donde el predominan los embarazos dicigotos representando el 69 % y monocigotos 31%, en otros estudios del 2013, registran que los embarazos bicoriales son los más frecuentes en 71 %, sin embargo, existen datos de un estudio de cohorte en Colombia, en el que registran 51.2 % de embarazo monocoriales. Es evidente que en el presente estudio, no existe una diferencia amplia en frecuencia tanto para bicorial y monocorial biamniótico; según la literatura existe alta probabilidad de que en un futuro los monocoriales superen en incidencia, tal como, se registra en el estudio de cohorte en Colombia, pues fisiopatológicamente la formación de los gemelos monocoriales se inicia a partir de la división del huevo o cigoto, en el que se presume que esta división es desencadenada por mutaciones genéticas postcigóticas, anomalías en la célula, anomalías en la formación de la zona pelúcida, las mismas que aumentan con la manipulación de técnicas de fertilización asistida, con incremento de dos a cinco veces en embarazos monocigóticos.…”