“…Frente a esta problemática, la inclusión laboral de las personas con discapacidad no debe restringirse solo a la presencia física; por el contrario, debe ser una forma de apalancar el valor para ambas partes, generando una sinergia como producto del trabajo estructurado con profesionales motivados y debidamente formados, con o sin discapacidad, en un entorno laboral sin perjuicios, con equidad y desarrollo humano. (Lima et al, 2021). Por ello la discapacidad implica que, como sociedad, debe abordarse los aspectos estructurales, económicos y políticos que dificultan a un grupo de personas con características conductuales y físicas diferentes, su desarrollo adecuado en la sociedad (Revuelta & Hernández, 2021).…”